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Las adaptaciones en Apita

Para muchos padres y madres, estos meses traen muchas dudas a la hora de elegir el mejor colegio para sus hijos e hijas de cara al año siguiente. Una de las preguntas clave que puede ayudarles a tomar esa decisión es el tema de la adaptación. Hoy, vamos a contaros cómo lo hacemos en Apita.

Cada individuo, cada familia, cada proceso es único
Adaptación en Apita Escuela Activa. Educación emocional

Cada comienzo de curso, hay un nuevo proceso de adaptación para cada alumn@ y familia. Ambas partes necesitan ir cogiendo confianza y seguridad con las personas que forman parte del colectivo, con las acompañantes y con la escuela. Estos procesos pueden ser muy diferentes en cada un@ de nosotr@s. Es por todo esto que no hay un tiempo establecido para la adaptación, sino que es algo variable y flexible en función de las necesidades de la familia y del espacio. La experiencia nos dice que este proceso es más corto en la etapa de Primaria que en la de Infantil, en gran parte por el nivel de desarrollo madurativo de cada etapa.


Durante las dos o tres primeras semanas de principio de curso, las familias no estarán en el espacio durante la jornada completa, sino durante unas horas establecidas por el equipo pedagógico a fin de que tod@s (alumn@s, familia y acompañantes) podamos experimentar un contacto progresivo y exento de estrés. Esto será de ayuda para la conquista paulatina del espacio por parte del alumn@ y su acercamiento a las acompañantes. En este período, se sientan también las bases para la confianza de las familias en quién acompañará a sus hij@s y en el proyecto en su conjunto. Cada año, se elabora un calendario para ajustarnos a todas las necesidades, el cual se os envía a principio de curso junto a un protocolo de actuación para interferir lo menos posible en el día a día del espacio.


La adaptación se hace de forma natural y paulatina, respetamos sus procesos individuales.
Adaptación en Apita Escuela Activa. Vinculo seguro.

Al principio, y durante el tiempo que se considere necesario, l@s adult@s de referencia estarán presentes para que los niños puedan sentir que están en un lugar seguro y tener el apoyo emocional que necesitan. Los seres humanos pasamos a explorar lo desconocido desde un lugar de seguridad, por ello tienen que sentir que no está comprometida su supervivencia si se relajan, que el ambiente es de fiar, para que así puedan desplegar sus alas. Todas sus vivencias tienen que ser de mucha seguridad a todos los niveles. Poco a poco, se irá tomando distancia hasta no tener contacto visual pero sí saber dónde se encuentra la figura de apego. El siguiente paso se irán al exterior, permaneciendo cerca por si fuera necesario entrar. Finalmente, cuando l@s alumn@s ya estén preparad@s y el vínculo sea pleno, se puede empezar a realizar la despedida en la mañana y pasar la jornada en la escuela.


En Apita, siempre intentamos respetar al máximo los aspectos emocionales y los procesos madurativos de cada niñ@. Cada individuo, cada familia, cada proceso es únic@.





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